jueves, 28 de mayo de 2015

Pongamos que hablo... De Madrid. Nombres con historia (I)

Hoy quiero comenzar una serie de entradas, que a lo mejor por el título dejan volar la imaginación. Quiero dar un pequeño repaso a la historia de Madrid, y de España, a través de los nombres de las calles de nuestra capital (y alrededores). Sé que es difícil, pero a veces es mucho más fácil recordar el nombre de un objeto o de un presidente si lo ubicas como una calle. Así que voy a ir sacando entradas, cada una con cinco calles, y sus respectivas explicaciones. Si hay alguna calle peculiar por cualquier motivo, o digna de ser destacada, no dudéis en indicarlo en los comentarios.
Vamos con las calles de esta primera entrada.

  • Calle de Mauricio Legendre: debe su nombre a Maurice Legendre, que fue el director de la Casa de Velázquez en Madrid. Falleció en 1955.

  • Paseo de la Castellana: este nombre es un tanto peculiar. El arroyo de la Fuente Castellana, arroyo de la Castellana o arroyo Carcabón, fue un pequeño arroyo (hoy totalmente soterrado) que discurría por el recorrido que hoy corresponde a los paseos de Castellana, Recoletos y Prado, y la calle Méndez Álvaro. El arroyo recibía su nombre de la fuente Castellana de la que nacía, ubicada en lo que hoy es la plaza de Emilio Castelar. Este arroyo es el que hoy da nombre a una de las calles más emblemáticas de Madrid.

Calle de Jacometrezo y Red de San Luis en
el siglo XIX. En rojo se muestra el trazado
actual de la Gran Vía.
  • Calle de Jacometrezo: Jacome Da Trezzo (c. 1515-1589) fue un escultor y orfebre italiano que trabajó, entre otros, al servicio de Felipe II en Madrid y El Escorial. En su honor se dio su nombre (Jacometrezo es la forma abreviada de su nombre) a esta calle, que ha variado su trazado a lo largo de los siglos. Hasta principios del siglo XX, la calle de Jacometrezo iba desde la red de San Luis (ver imagen) hasta la Plaza del Callao. Después de la construcción de la Gran Vía (1910-1931), el trazado de la calle se trasladó a la posición que ocupa en la actualidad, desde la Plaza del Callao a la Plaza de Santo Domingo.

lunes, 4 de mayo de 2015

¿Cuánto tarda una persona en desangrarse?

Creo que a estas alturas ya sabéis que este blog va sobre todo un poco. Unas veces filosofía, otras veces curiosidades, reflexiones o qué sé yo.
Uno de los temas que me fascina, desde siempre, es la sanidad. No es la primera vez que escucho la pregunta "¿cuánto tardaría una persona en desangrarse?", y me ha picado la curiosidad. ¿Qué mejor que mezclar medicina y curiosidad? Aunque ya aviso: mis conocimientos son limitados, así que trataré de hacerlo como sé. Si algún experto me lee y cree que podría estar mejor, que no dude en decírmelo.

Vamos a comenzar con algunos datos. Un adulto normal tiene unos 5 litros de sangre en el cuerpo, y este va a ser el valor que voy a usar en los cálculos en adelante. Además, la sangre es un fluido no newtoniano, esto es: su viscosidad varía en función de la temperatura y la tensión a la que es sometido. (Este dato no es relevante para el objetivo de este estudio, pero me ha parecido curioso).

Ahora vamos con el sistema vascular. Está compuesto por venas, arterias y capilares. Las arterias llevan la sangre desde el corazón a todos los puntos del cuerpo, se reparte por todas las células a través de los capilares y vuelve al corazón a través de las venas. Por el momento, vamos a suponer que el corte y el desangramiento se produce a través de una arteria.

Y ya vamos a meternos al lío. Sabemos que la presión arterial media de un adulto oscila entre los 120 mmHg de máxima, y los 75 mmHg de mínima. No, no es constante: cuando el corazón late y la sangre sale (sístole), la tensión es máxima. Durante el tiempo que no sale sangre del corazón (diástole), la tensión es mínima. También sabemos, por datos medidos, que el caudal global medio en un adulto es de 5000 ml/min. Esto es: cada minuto, salen 5 litros de sangre del corazón.

La arteria aorta, la principal arteria del cuerpo humano, sale del corazón y redirecciona la sangre hacia el cuerpo. Es decir: por ella sale toda la sangre del corazón. En caso de darse un corte en la arteria aorta, el cálculo es sencillo: si salen 5 litros por minuto, y en el cuerpo hay 5 litros de sangre, tardaríamos un minuto en desangrarnos.

Pero la arteria aorta no es una arteria accesible. Es decir, no se dan muchos casos de cortes en la aorta, pero sí en otras arterias, como la femoral (en la pierna) o la carótida (en el cuello).

Podemos observar, en el gráfico de la derecha, que la arteria aorta se divide en seis grandes arterias: el tronco braquiocefálico, la subclavia izquierda, dos arterias renales y dos arterias illíacas. De estas últimas salen las arterias femorales.

Vamos a suponer que el flujo sanguíneo se divide de igual forma entre esas seis ramificaciones. Por tanto, a cada arteria de las anteriormente mencionadas le corresponden, aproximadamente, 800 ml/min (redondeando para abajo). Además, la arteria carótida (común derecha) sale de otra arteria más grande. Vamos a tomar, como dato, que la carótida recibe 1/3 de la sangre del tronco braquiocefálico (no me meto mucho en esto porque está el mapa arterial aquí al lado), con lo que tendría un caudal de 270 ml/min. Por lo tanto, un corte en esta arteria supondría que nos desangraríamos en unos 18 minutos, si los cálculos no fallan.

Si nos metemos con las arterias femorales, ya he dicho que salen de las arterias illíacas. Por lo tanto, el caudal de cada arteria femoral es de 800 ml/min, y toda la sangre del cuerpo tardaría unos 6 minutos en salir por una de ellas.


Por último, quiero destacar un detalle: estos datos son MUY orientativos, es evidente que no se cumplirían en una situación real. El flujo sanguíneo no se reparte de forma equitativa por todas las grandes arterias, y hay algunas que me he dejado por el camino. Además, el dato que di al principio (5000 ml/min) está basado en mediciones con tensión arterial normal. La tensión sube, entre otras cosas, con el estrés físico, y no creo que sea muy relajante ver cómo te estás desangrando, por lo que esos tiempos serían aún más bajos. También hay que tener en cuenta que, cuando se pasa la barrera del 20%  de sangre perdida, la persona entra en shock hipovolémico, y el corazón deja de bombear sangre (con lo que, obviamente, la sangre deja de salir del cuerpo). Por lo tanto, este artículo da una vaga estimación de lo que pasaría. Sin embargo, para saciar la curiosidad sirve.

viernes, 1 de mayo de 2015

Mr. Meebles

“Mr. Meebles es un hombre muy bueno y muy sabio, que lo sabe todo acerca de todas las cosas. Sólo tiene un problema… Si no piensas en él, deja de existir”


Mr. Meebles sólo existe cuando piensas en él. Cuando crees en él. Si tú crees, él se creará. Es, obviamente, una metáfora de Dios, pero también es una metáfora de las personas. Si nadie piensa en una persona, ¿existe? ¿Existimos, si no es en la mente de alguien? Todos tenemos un poco de Mr. Meebles en nuestro interior. En el fondo, todos somos él. Vivimos en el otro, no podemos concebir un “yo” sin un “nosotros”, sea quien sea.
Y cuando creemos que hemos creado nuestro “yo” independiente, nos morimos. Y, en ese momento, pasamos a ser un “ellos”, pasamos a vivir en los demás, dejando de vivir en nosotros mismos. Y es que, como diría Isabel Allende, “la muerte no existe, la gente sólo muere cuando la olvidan”.




Mr. Meebles es el protagonista de un cuento ficticio en la película “Camino”, de Javier Fesser.