sábado, 13 de septiembre de 2014

Reflexiones de una patata de hojalata

Ay, el ojalá... Dichosa palabra, que nos ayuda a desistir. "Ojalá fuera feliz" es mucho más fácil que luchar por serlo. "Ojalá supiera tocar el piano" es más cómodo que ponerse a ello. ¿O no? Y es que somos vagos por naturaleza, nos cuesta ponernos a luchar por nuestros sueños. Especialmente si para ello hay que levantarse del sofá. Y ya si hay que salir de la ciudad, ni te cuento. ¡Déjate! ¿Dónde voy yo tan lejos, si esta noche hay derbi? Ya son ganas de complicarse la vida. Hala, ahora me olvido de mi sueño, y ya está. Ahora mi ambición es quedarme en mi ciudad, asentarme, y ver el fútbol luego. Y ya, si veo que tal, me hago una tortilla de patata. Sin hojalata.

Ojalá no existiera el ojalá.