-Profesor, ¿por qué nos enamoramos?
-Ja, ja. Buena pregunta, amigo. No te puedo dar una respuesta, pero te voy a contar un mito griego que pretende explicar ésto mismo.
-¡Cuenta!
-Cuenta uno de los diálogos de Platón...
-¿Diálogos de Platón?
-Sí, Platón escribió unos diálogos. La historia que te voy a contar aparece en "El Banquete".
-Continúa, porfa.
-Durante ese banquete, cada uno de los invitados debe dar un discurso sobre el amor al resto de comensales. Le tocaba el turno a Aristófanes.
-¿Quién era?
-Un cómico.
-Ah, perdona.
-No pasa nada. Como iba diciendo... Aristófanes comenzó con su discurso. Y éste decía así: "Hace mucho, mucho tiempo, los seres humanos estaban divididos en tres géneros: machos, hembras y andróginos. Los machos estaban compuestos por dos mitades masculinas. Las mujeres, por dos mitades femeninas. Y los andróginos, gran mayoría, eran seres compuestos por una mitad masculina y una mitad femenina".
-¿Y como cambiaron?
-Tiempo al tiempo... "De éste modo, cada ser humano era autosuficiente, lo cual les hacía realmente prepotentes. Cierto día Zeus, dios de los dioses, decició que éstos seres eran muy peligrosos, y acordó junto con el resto de dioses cortarlos a la mitad".
-¿Qué tiene que ver ésto con el amor?
-¿Me dejas terminar?
-Sí, lo siento.
-"Al ser cortados por la mitad, los nuevos seres se encontraron indefensos y perdidos, dedicando su vida a buscar a su otra mitad. Cada uno de esos seres se enamoraba de otro ser cuando creía que era su mitad".
-¿Y encuentran a su mitad?
-Depende. La mayoría de los seres se acomodaban con esa mitad, aun descubriendo que no eran su mitad, tras perder la esperanza de encontrar a su mitad.
-Qué bonito. ¿Y eso es el amor?
-Eso, querida, es el amor...
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